La congregación de las Cooperadoras de Betania ha celebrado el 90 aniversario de su fundación con misas de acción de gracias en cada una de sus ocho comunidades, entre ellas la casa general en Quart de Poblet (Valencia) y también en la comunidad de Lima (Perú), donde estuvieron presentes la superiora general de la congregación, María Eva Cano, y el capellán de la casa madre de Valencia, Miguel Cerdá.
La congregación “fue fundada por el sacerdote valenciano Pedro García Cerdán y la Madre Josefa Raquel a los pies de la Virgen de los Desamparados de Valencia con una celebración eucarística en su camarín el 10 de mayo de 1925”, ha señalado a la agencia AVAN Miguel Cerdá, que también es el encargado de la atención a los sacerdotes enfermos de la diócesis de Valencia.
En la actualidad, la congregación rige en Valencia las residencias sacerdotales “Venerable Agnesio” y “San Luis Bertrán”, además de otra para sacerdotes jubilados en Quart de Poblet, y cuenta con otras tres comunidades en España, una en México y una en Perú.
Las Cooperadoras de Betania se dedican al servicio de los presbíteros “tanto en la asistencia personal, como en la catequesis, el desarrollo de su ministerio pastoral y en la liturgia, así como al apostolado parroquial, colaborando con los sacerdotes que están en activo y hospedando y cuidando a los que están jubilados y enfermos”, ha señalado.
Profesión de votos perpetuos
En el caso de Lima, la misa en acción de gracias con motivo del 90 aniversario tuvo lugar el pasado 10 de mayo en la parroquia de Santa María de la Providencia y fue presidida por su párroco, el sacerdote misionero valenciano Cesar Buendía. Participaron la superiora general de la congregación, fue presidida por monseñor Lino Panizza Richero, obispo de Carabayllo, y concelebrada por el párroco y por el capellán, Miguel Cerdá.
Asimismo, la religiosa Julia Yrene Ccahuay Purca, natural de Lima, que realizó su última etapa de formación o “juniorado” en la Casa General de Quart de Poblet, profesó sus votos perpetuos, también en la parroquia peruana de Santa María de la Providencia. Se trata de “la segunda profesión perpetua que vive la congregación dentro de este Año Jubilar de la Vida Consagrada convocado por el papa Francisco, después de la primera que tuvo lugar el pasado año en México”, ha precisado Cerdá.
Fuente: Archidiocesis de Valencia