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La religiosas Madres de Desamparados y San José de la Montaña celebran su centenario en Catarroja atendiendo niños y ancianos

La congregación Madres de Desamparados y San José de la Montaña celebrará este sábado el primer centenario de su presencia en Catarroja, donde cuentan con una comunidad, formada por cuatro religiosas que rigen una residencia para la tercera edad -llamada “Francisco Ramón Pastor-Madres de Desamparados y San José de la Montaña”- que se ocupa de 33 personas, la mayoría dependientes.

A lo largo de estos cien años en Catarroja “en la congregación siempre nos hemos preocupado por cumplir nuestro carisma, ser cercanas y crear un ambiente familiar en la residencia, para los usuarios y sus familias, con las que tenemos mucha relación, tal como nos pidió nuestra fundadora, consiguiendo que se impliquen, unos y otros, así como los trabajadores”, ha indicado la Madre Asunción, actual responsable de la comunidad y directora de la residencia.

Para celebrar el centenario, la congregación ha organizado una misa de acción de gracias, que tendrá lugar este sábado, a las 12 horas, en la parroquia de San Miguel Arcángel, que será presidida por el obispo auxiliar de Valencia monseñor Arturo Ros y en la que cantarán las corales de Catarroja y Albal, seguida por una disparà, la inauguración de una exposición sobre el centenario y un vino de honor.

Asimismo, con motivo del centenario, las religiosas han programado una serie de actividades, que comenzaron el pasado mes de febrero con la representación de un musical para recaudar fondos, con la colaboración del colegio regido por la congregación en Valencia, y que se desarrollarán hasta mayo de 2019. En la organización de estos actos tomarán parte numerosas asociaciones y parroquias de otras localidades.

Las antiguas alumnas “mantuvieron el carisma vivo”

La congregación fue fundada en 1881 en Málaga por la beata Petra de San José (1845 – 1906). Posteriormente tuvo lugar la fundación de la comunidad de Catarroja, siendo la Madre Trinidad de San José la tercera superiora general. Desde sus comienzos en Catarroja, las religiosas se ocuparon de un parvulario, abierto hasta 1987, y de un colegio, “que también cerró pero sus antiguas alumnas mantuvieron el carisma vivo”. Desde 1993 la congregación gestiona la residencia, que depende del Ayuntamiento.

En la actualidad, la congregación está integrada por más de trescientas religiosas que trabajan en colegios, residencias para ancianos, niños desamparados y universitarios, así como guarderías, casas de acogida para madres gestantes y misiones, tanto en España, varios países de Iberoamérica, Nueva York e Italia.

En la diócesis de Valencia, además de la Casa Generalicia -fundada en 1893 en la capital- y la comunidad de Catarroja, las religiosas cuentan con colegios en las localidades de Cheste y Albal, así como en la capital, y un hogar de niños y universitarias. 

Fuente: Archidiocesis de Valencia