Monseñor Munilla: "Estamos ante una oportunidad histórica para mostrar que la Iglesia es un espacio de encuentro y diálogo en el que todo el mundo tiene cabida"
El cardenal Cañizares, el Nuncio Auza, y una treintena de obispos, acompañan a José Ignacio Munilla en su toma de posesión en Orihuela
“Tengo que comenzar diciendo que estoy admirado, impactado y conmovido, al ver la acogida que esta Diócesis ofrece al pastor que llega en nombre de Cristo. Y soy muy consciente de esto último, que esta acogida se la hacéis a Cristo, a quien represento ante vosotros”. Con estas primeras palabras se dirigió Monseñor José Ignacio Munilla a los numerosos fieles congregados en la Catedral de Orihuela ya como nuevo obispo de Orihuela-Alicante, el número 37 de esta diócesis.
Tras una intensa jornada- en la que el nuevo prelado cumplió con un protocolario ceremonial cuyos orígenes se remontan a la creación del Obispado de Orihuela, por parte de su primer prelado, Gregorio Gallo de Andrade, en marzo de 1566- Monseñor Munilla hizo entrada en la Catedral junto con el Colegio de Consultores, y el Nuncio Apostólico en España, Bernardito Auza. Tras el saludo inicial, el Nuncio presentó a la Diócesis al nuevo obispo dando paso a la lectura a las Letras Apostólicas de nombramiento de José Ignacio Munilla como obispo de Orihuela-Alicante. Tras la misma, Monseñor Auza invitó al obispo electo a que, con mitra y báculo, ocupara su Cátedra. Un momento muy emotivo que arrancó un largo aplauso por parte de los asistentes.
En su homilía Munilla destacó “el cariño, la ilusión y el sentido de fe” con el que se ha preparado este acto eclesial. “Es una expresión patente de que las raíces religiosas de nuestra fe están más vivas de lo que pudiera parecer a simple vista” ha afirmado. A lo que añadió seguidamente: “la llegada de Jesucristo al mundo hace dos mil años ha sido a lo largo de estos dos milenios, y sigue siendo a día de hoy, la gran novedad que llena de esperanza el devenir de nuestra historia. Todo cuanto queremos decir hoy al mundo se resume en una palabra que es un nombre propio: ¡JESÚS, JESÚS, JESÚS!.
Articuló seguidamente su primera homilía en Orihuela-Alicante con en estas tres reflexiones a modo de programa de vida: “Baila como si nadie te estuviese mirando. Ama como si nunca te hubiesen herido. Trabaja como si no necesitases dinero”.
“En la actualidad se pretende imponer el pensamiento único de lo que se considera políticamente correcto. Y, por ello, pienso que estamos ante una oportunidad histórica, única para mostrar ante el mundo que la Iglesia es un espacio de encuentro y diálogo en el que todo el mundo tiene cabida” ha explicado. “Cuando los pobres, los enfermos, los ancianos, los presos, los solitarios, los depresivos…llegan a cambiar nuestros horarios, planes, previsiones, el estado de nuestra cuenta corriente, entonces habrá entrado Jesús en nuestra vida. Dios nos libre de los criterios mundanos que hacen infecunda la tarea de la evangelización”.
Munilla estuvo acompañado por numerosas autoridades civiles y militares de la zona así como de una treintena de obispos entre los que destacó la presencia del portavoz de la Conferencia Episcopal Española, Luis Argüello, el cardenal y arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, el emérito de Ávila y obispo auxiliar de la Diócesis de Orihuela-Alicante de 1998 a 2003, Jesús García Burillo, el oriolano y obispo emérito de Canarias, Francisco Cases, los eméritos de Orihuela-Alicante, Victorio Oliver y Jesús Murgui, o el ilicitano y obispo electo de Solsona, Francisco Conesa, entre otros procedentes de otras Diócesis como Cartagena, Albacete, Segorbe-Castellón, Bilbao, Ciudad Real, Cuenca, Guadix, Oviedo, Zaragoza, Huelva, Burgos, Almería, Vitoria o Toledo.
Cientos de personas acompañan a Monseñor Munilla en su entrada pública
Cientos de personas acompañaron durante toda la jornada al nuevo obispo de Orihuela-Alicante en una acogida masiva que volvió a convertir a Orihuela en un enclavado histórico recuperando una tradición que a día de hoy solo se conserva en Sigüenza y Orihuela.
José Ignacio hizo su primera parada en la localidad de Cox pues allí existía un Palacio Episcopal edificado por el obispo Tormo en 1733. A su llegada se dirigió primero a la parroquia del pueblo y seguidamente toda la comitiva se trasladó al Ayuntamiento donde, tras el saludo del alcalde, pronunció unas palabras desde el balcón del mismo para todos los fieles presentes. También visitó el Santuario Diocesano de Nuestra Señora del Carmen, patrona de la localidad y pudo degustar el tradicional “arroz con costra”.
Tras hacer unas breves paradas en Callosa de Segura y Redován llegó a Orihuela. Concretamente a la ermita de San Antón donde oró a los pies del altar y después, siguiendo la tradición, se le ofreció una naranjada.
Desde allí se dirigió hacia las puertas históricas de la ciudad a lomos de la tradicional mula blanca, en esta ocasión llamada Bartola. Acompañado en el itinerario por un cortejo y cientos de personas a su paso. Seguidamente atravesó la histórica Puerta de la Olma en un momento único que siempre causa gran expectación. Al otro lado lo estaban esperando los canónigos de la Catedral y de la Concatedral, vestidos con trajes corales, así como por la corporación municipal. Cortejo que le acompañó junto con la banda de música hasta la Catedral.
Dadas las reducidas dimensiones de la Seo oriolana y la numerosa asistencia de obispos, sacerdotes, religiosos, autoridades, familiares y fieles venidos de toda la Diócesis y fuera de ella, se tuvo que instalar pantallas exteriores en los alrededores de la Catedral para que todos siguieran en directo los actos programados.
Este domingo 13 de febrero, el nuevo obispo ofició la misa de recepción en la ciudad de Alicante, en la Concatedral de San Nicolás, a las 12 horas. Se pudo seguir a nivel nacional a través de 13 Televisión.
Fuente: Diócesis de Valencia